Mis articulos preferidos...

Es muy gratificante, y siempre seran bienvenidos, recibir regalos.
Desde un tiempo ha esta parte todos aquellos familiares, amigos y seres queridos saben como pueden acertar con mis regalos.
Este museo, como ya sabeís, es un trabajo de muchos años, está conseguido de poquito a poco. La mayoría de los articulos han sido adquiridos por mi persona pero hay una pequeña parte que se la tengo que agradecer a esas personas que ya os he dicho, a la gente que me rodea.

Todos esos regalos que me han hecho para el museo son muy especiales para mí, por venir de quienes vienen. Pero si tuviese que nombrar a algunos de ellos en particular, pues me quedaría con el reloj del centenario del equipo que me regaló mi adorada abuela María, o la pulsera que con toda su ilusión me hizo mi ahijada Cristina. Especial es también el capote que me regalaron mis dos pequeños sobrinos, Juan Manuel y Noelia, y por supuesto todas aquellas reliquias que mi padre me dio para engrandecer el museo. Repito, todas las cosas son muy especiales para mi...pero de destacar algunas, me quedo con esas.

¿Porque Babany74?

Mi afición por este club:

Me llamaba la atención, desde muy pequeño, una silueta redonda de color blanco, con unas líneas amarillas y una franja violeta que siempre colgaba de la cintura de mi padre. Además, fuera cual fuese el pantalón que llevara, siempre le acompañaba este objeto.

Esa silueta se quedó grabada en mi memoria, y despertó en mí cierta curiosidad, tanta que con el paso de los años se ha convertido en un sentimiento hacía lo que ella representa, que no es más que el escudo de nuestro club que lucía mi padre con orgullo en su llavero.

Al transcurrir el tiempo, tomé la decisión de guardar todo aquello en lo que apareciese este escudo: recortes de periódicos, pin, camisetas,...

Tanta fue la cantidad de artículos que llegué a obtener que surge la idea de crear,  llamemoslé modestamente "un museo".

Contando con el apoyo de mi padre y con muchísimos problemas y sacrificios económicos, construimos un local en nuestra parcela para poder llevar a cabo ese proyecto. Todo marchaba bien, el local estaba hecho, los artículos se mostraban colocados en sus vitrinas, colgados de la pared y expuestos para el disfrute de cualquier persona que lo quisiese visitar, pero faltaba lo más importante, ponerle un nombre por el cual todo el mundo lo conociera.

Para mí el nombre tenía que ser algo especial, algo que llenara, algo que representara al aficionado de a pie, el amor que se siente o se puede llegar a sentir por estos colores. Fue la decisión más difícil de tomar.

Me armé de paciencia y tranquilidad, ya que sabía que en cualquier momento me llegaría esa luz, esa inspiración, ese flash...que me ayudaría a encontrar el nombre más apropiado para lo que el museo representaba.

Todo ocurrió un día mientras ordenaba las revistas de Hala Madrid, me puse a visuarlas y leerlas un poco por encima, de pronto, como aparecido de la nada tengo ante mí la imagen de un niño indio desaliñado, viste una fina camisa sucia y rota. Sus manos no parecen propias de un niño de su edad, ya que reflejan las marcas de un duro trabajo, están polvorientas y descuidadas.

Fijo mi mirada en la imagen y aprecio que, a pesar de tanta pobreza, muestra con orgullo y como único "lujo" que posee un pin del escudo del Real Madrid.

Vuelve a mis recuerdos aquella imagen de la silueta en el pantalón de mi padre y con el orgullo que él lo mostraba igual que si de un diamante de muchos quilates se tratara. Un escalofrío recorre mi cuerpo y sigue llegando a mi mente momentos de lo que representa este escudo para mí y, en definitiva, para cualquier aficionado del Real Madrid.

Desvío la mirada hacia el texto que acompaña la fotografía, en él se puede leer la historia de este niño.

Tiene 8 años y vive miseramente en el corazón de la India. Trabaja limpiando zapatos en la calle desde hace unos años, no ha ido nunca a la escuela, pero es capaz de decir la capital de cualquier país del mundo. También de recitar el nombre de algún jugador del Real Madrid, con lo cuál consigue un dinero extra que él da, a su madre para comprar leche a su hermano de 2 meses. No tiene televisión para ver jugar al Real Madrid, pero él los admira.

Ya había llegado la hora, por fin había algo que me llenaba y que representaba los valores que trasmite este club y que al mismo tiempo yo quería que se viera representado en el museo. Y no son otros que los valores del amor, el orgullo y la solidaridad hacía los demás. Al mismo tiempo que tomaba la decisión de llamarlo "Museo Babany" en honor a este niño,  pasaba por mi cabeza solicitar a todo aquel visitante un donativo para poder ayudar a Babany o a cualquier otro niño en las mismas circunstancias que él.

Fue así, estimado amigo, todo lo que yo sentí al ver su fotografía y por lo que tomé la decisión de llamarle al museo "Babany" esta es mi historia, ahora sólo espero que juntos podamos llegar con ella a buen fin y que todo esto tenga un significado y un porqué, o sirva de algo.

Manuel Jesús Rafallo Bautista.